miércoles, 8 de agosto de 2012

¿Puede ser un conflicto positivo? II



En el anterior Post comentábamos la parte positiva que tenía para nuestros hijos el enfrentarse a determinado conflictos los cuales les dotarían entre otras cosas de seguridad y sensación de control si son capaces de gestionar este tipo de situaciones, lamentablemente  los conflictos se irán repitiendo a lo largo de su camino hacia la madurez.



 En este post  quisiera tratar el conflicto desde el punto de vista del adulto / educador. Nosotros en ocasiones somos participes del conflicto en primera persona y rápidamente nos posicionamos en el lado que consideramos más justo, si se trata de hermanos, o claramente del lado de nuestro hijo si el que tiene enfrente es un completo desconocido, NORMAL .






Paremos a pensar aquí y ahora, tranquilos sin el conflicto delante sin estar  cargados de energía negativa por lo que está sucediendo, sin Visceralidad, ¿realmente crees que es un mensaje positivo a largo plazo dejar entre ver que el “contrario” es una especie de enemigo? ¿No crees que es mejor centrarnos en el interés común por un objeto o por cualquier otro motivo, y esto les convierte en iguales?, está claro que el concepto de propiedad todavía no está establecido, y aún siendo adultos en ocasiones se desea lo que tienen otros.


Bueno, vamos a ver un par de posibles opciones de mediación que podemos utilizar y que aunque a priori no sean ventajosas para nuestro peque a lo largo si lo serán.
A partir de 4 años los niños/as están en pleno proceso de desarrollo de autonomía personal, cuando ellos demandan la intervención de un adulto como regulador del conflicto debemos invitarles a que hablen, por ejemplo haciendo preguntas del tipo;” dile que porque te ha hecho eso o te ha cogido esto otro, dile si te  ha empujado a posta o no se dio cuenta, dile que tu también quieres jugar con eso……” aunque no consigamos nada en un principio les estamos mostrando que es necesario hablar con la otra parte y dejar claro lo que nos ha molestado o cuáles son nuestros propósitos dejando una puerta abierta a la solución.


Por otro lado el adulto no debe intervenir directamente sólo mostrar y reorientar la situación, ya que durante esta etapa del conflicto estamos presenciando algo muy importante  y es la autonomía del pensamiento, de esta forma más vale un razonamiento equivocado que ninguno o aún peor el impuesto por otra persona.

Conclusión, es preferible permanecer callado aunque se conozcan soluciones mejores, ya buscaremos otro momento para “entrenar” soluciones mejores de conflictos a través de cuentos o debates de situaciones donde se propongan estrategias…. Etc.

Por último debemos dejar que la solución acordada nos la cuenten ellos de esa forma se sentirán orgullosos de su decisión y no sentirán que un tercero les ha manipulado.
Estos procesos llevan ligados otros, como las capacidades comunicativas y la adquisición de autocontrol. Y los resultados son muy positivos ya que se adquiere mayor razonamiento moral, mejor integración en grupo, desarrollo de autoestima y autoafirmación, desarrollo lingüístico y en definitiva contribuye al desarrollo de autonomía general.

¿Que te parece la idea de promover la resolución de conflictos por sus propios medios?,¿cual es tu experiencia?,¿que formula empleas?
Gracias por contárnoslo.


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