No sonará a nuevo si digo que la música es "buena" para nuestros hijos, ¿porqué entrecomillo "buena"? sencillamente porque muchos sabemos que no es mala, vamos que no hace daño y que seguro que algo aportará y más si es de la excelencia de la música clásica. Pero en realidad no somos del todo conscientes de la importancia vital que tiene la música en nuestro desarrollo y posteriormente en nuestra etapa adulta.
Estos momentos musicales vividos en el vientre posteriormente serán recordados y se asociarán con estados de paz y tranquilidad junto a su madre que le reconfortan y darán seguridad después del alumbramiento.
Múltiples estudios realizados en bebés aún por nacer contemplan que pueden oír a partir del día 22 de gestación, si bien es verdad que el sistema auditivo no está completamente maduro hasta la veinteava semana (Eisemberg, 1969). Se concluye que hay un efecto directo de la música en bebes aún no nacidos al estudiar los cambios en patrones rítmicos como la respiración o el pulso, incluso movimientos de la cabeza o del tronco con gesticulaciones al escuchar determinada música.
Posteriormente , durante la primera infancia, es muy importante el estimulo y las experiencias sensoriales, ya que es el momento en el que trillones de neuronas "puras" están pendiente de ser estimuladas para crear conexiones neuronales que más adelante les dotarán de talento para otros menesteres, el aprendizaje en el humano es innato pero también es cierto que los estímulos ayudan a ejercitar este aprendizaje.
Está comprobado que los bebes que han escuchado música durante su gestación y lo han continuado haciendo posteriormente, comen más, duermen más y lloran menos, esto es debido ha que tienen otros vínculos con la madre que le tranquilizan, aparte del propio amor maternal.
Los programas diseñados para la estimulación temprana a través de la música y el movimiento ayudan a crear ambientes relajados que propician las muestras de amor, también ayudan al niño/a a controlar estados de ansiedad además de equilibrar determinadas funciones orgánicas, por lo que contribuyen a mejora el estado de ánimo.
A partir de los 4 meses la corteza cerebral ya está refinando conexiones para una percepción profunda y a partir del año, ya está preparado para decir su primera palabra, los niños a los que se les ha cantado, contado cuentos o han sido estimulados con música, tendrán mayor facilidad para comenzar a hablar y posteriormente para leer. Escuchar música también aumenta las habilidades del pensamiento, entrenando estas habilidades mayor será la actividad del pensamiento que tendrán nuestros hijos.
Ya por último hablar de música es hablar de belleza y creación, escuchar música estimula el sistema nervioso por lo que mediante una buena selección musical acorde a su edad y su capacidad auditiva, conseguiremos hacer crecer su capacidad de concentración y sentido rítmico, que a su vez auspiciaran su inteligencia. Enseñarles a apreciar lo bello aumentará sus capacidades creativas facilitando apartar sentimientos negativos y convertirlos en alegría, creando estados de relajación.
Apostar por una educación "fina", que valora la creatividad, rica en sensibilidad y aprecio por lo bello que es capaz de hacer el ser humano, sin duda dotarán a nuestros hijos de una vida equilibrada y plena de felicidad.
Si te interesa el maravillosa mundo Musical te invito a descubrirlo de la mano de Clara Garcia Oliver y su clase de sensibilización musical en parque infantil Villa Marco.
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